“Un gobierno no debe de tener un banco”. Una frase típica de un ignorante, alguien que habla porque quiere aparentar conocer de un tema. Recientemente alguien me llamó “socialista”, nada más alejado de la verdad. Al contrario, soy un creyente de la libre empresa porque eso soy, un empresario. Y esos que hablan de socialismo, muy probablemente ni saben qué es.
Decir qué es socialismo, o comunismo y resolver problemas puede ser confuso, sobre todo para quienes no manejan el tema. Al hablar de Doctor Arroyo y las problemáticas que enfrenta nos damos cuenta de diversas cuestiones. Uno como empresario difícilmente podría reparar un municipio, uno como ciudadano también la tiene difícil. Pero un alcalde, un diputado local o federal, un senador, tal vez podría enfrentar tales problemáticas. Pero no todos ellos lo hacen. No todos ellos tienen la dedicación y la pasión para resolverlo.
Al hablar sobre los bancos del bienestar que implementó el gobierno federal hablamos sobre su función para brindar atención a estas zonas alejadas, olvidadas por los pasados gobiernos. Con esto evitas por ejemplo, que los ciudadanos tengan que salir de sus lugares de origen porque no pueden acceder siquiera a un crédito.
Al ofender usando términos como “socialista, capitalista o comunista” no solo ofendemos a quienes traen a tema a estas zonas ignoradas, nos ofendemos a nosotros mismos como ciudadanos, como pueblo, como mexicanos. No hay que sacarle la vuelta al campo, a los agricultores, a los ganaderos. Al contrario, hay que traerlos al centro de la conversación porque es el campo quien produce todo lo que tenemos en la mesa.